¡Nuevo año!

¿Y ahora qué? Ya he pasado las Navidades. He regresado a mí casa, estuve un año más con mis padres y parte de la familia, intentando que aflorara todos los días la parte positiva de todo…y no hay "cojones". La cantidad de emociones que sufre una persona en esta fecha es impresionante, y los mosqueos de estar tanto tiempo juntos.

Pero he de reconocer que lo primero me tambalea más (me vuelvo con el alma rota), es ver a mis padres tan mayores y con esa torpeza para poder desenvolverse en el día a día. Ellos tienen más o menos sus necesidades cubiertas, lo han logrado a través de mucho esfuerzo, dolor y sacrificio; y no estoy exagerando nada. El día que me venía, mi querida madre se justificaba (pues le llamamos pesada) porque esta siempre: come más, no salgas que hace frío…en fin, cosas típicas que todas las que somos madres sabemos.

Bueno, decía que se justificaba de que había hecho lo que podía, que nos había criado a las tres hermanas como pudo, pues de pequeñas no teníamos en casa ni luz, ni gas, ni agua corriente. Yo tengo 46 años y me aún  me acuerdo. Son necesidades que ahora tienen cubiertas, pero las emocionales les fallan de vez en cuando como a todos, pero a su edad y con todo lo que han pasado en su vida, el miedo les asalta. Este año he visto a mi madre como nunca, estaba optimista y ha hecho un esfuerzo grande para que estuviéramos contentas. Y para mi lo ha logrado por la parte que le toca, si yo no lo he estado no habrá sido por ella, sino por otros motivos. Mi padre si que tiene en su vida el miedo más latente y me preocupa.

Por eso, quiero pedir al Nuevo Año que saque “el miedo” de la vida de todos los que más quiero y de la mía, el que se ha encargado de meternos no solo en mi familia sino a todas las personas, unos cuantos mandamás del mundo para tenernos sometidos a su voluntad.

Yo hace tiempo que me di cuenta que vivir con miedo es morir con vida; cuesta curarse de ese virus que te inyectan pero hay que intentarlo por lo menos ¿no creeis?

FELIZ 2008